Llegó el domingo, día del fútbol por tradición, día del Deportivo Táchira para los tachirenses, y San Cristóbal se dirigió a Pueblo Nuevo para ver jugar al equipo de sus pasiones. El Templo Sagrado abrió sus puertas pasadas las dos de la tarde, para recibir a las más de 12 mil almas que se citaron para aupar al Carrusel Aurinegro en su tercera prueba de la temporada contra Atlético El Vigía.
Con una puntualidad inglesa, a las 5:00 pm saltaron al césped, para alegría de los presentes, los onces escogidos por Maldonado y Jiménez para disputar los tres puntos ante la afición más exigente y conocedora del fútbol nacional. Se escuchó habitual la pólvora, el acostumbrado himno nacional, y Chacón y Rengifo estrecharon sus manos para dar inicio al espectáculo del balón.
Primeros 45
El juez principal, José Argote sonó el silbato en medio del campo, para que Erick Cantillo y el juvenil Jorge Ruiz pusieran a rodar el balón, dando inicio a noventa minutos de un disputado encuentro, tachirenses y vigenses salieron a correr en búsqueda de la esférica para dejar en el campo el resultado de una dura semana de preparación.
3En el mismísimo arranque Del Valle probó sin mucha exigencia al guardameta Edward Ibarbo, gracias a un pase de Granados, quien por el carril izquierdo dirigió el ataque aurinegro durante los primeros veinte minutos, con cuatro centros que no encontraron los atacantes, mientras que Rengifo en ese período exigió en tres oportunidades a un seguro Sanhouse.
Los siguientes 15 minutos mostrarían a un Táchira ansioso por ponerse arriba en el marcador, y a un Vigía que intentaba aprovechar en el contraataque, sin llegar a hacerse daño hasta ahora. En el 37 Chacón enviaría un balón flotado al área que por muy poco no alcanzó el espigado Escobar, para que se escuchara a coro el lamento: “Uuuuy”.
Tres minutos después, justo cuando Beraza recogía su zapato derecho, llegaría el primer tanto del encuentro, creación de la dupla morena de delanteros aurinegros. Ante un pase desde la derecha de Yonathan Del Valle, apareció Habynson Escobar volando para golpear la redonda de cabeza, a un metro del suelo, para enviarla al fondo de la red y poner a gritar las 12 mil voces en el coso de Pueblo Nuevo: “¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!”
La última jugada de la primera parte la protagonizó un inspirado Tomás Rincón, quien después de una individualidad por derecha llegaría al área contraria, pero sin suerte mandaría la pelota por arriba del travesaño, al mismo tiempo que Argote enviaba los 22 jugadores a los camerinos a hidratarse y a escuchar las recomendaciones de sus técnicos.
Parte final
Regresaría la misma plantilla por los aurinegros, con más energías gracias al descanso y con un planteamiento definido. El conjunto platanero cambiaría al juvenil de la regla, Ruiz, por Chacón, y éste solo estaría 3 minutos en la cancha para ser sustiuido por Barros.
Los dirigidos por el colombiano Jiménez salían al gramado en busca del empate, mientras los muchachos de Carlos Maldonado irían por el segundo tanto que le ofreciera más seguridad en el marcador.
La segunda parte arrancaría con un juego complicado, la tenencia de la esférica era alternada entre ambas escuadras, a diferencia de la fracción inicial cuando Chacón y compañía fueron los administradores absolutos del balón. En medio de esa intermitencia llegarían algunas oportunidades que Escobar no pudo capitalizar.
3Maldonado miró al banco y llamó a Pérez Greco y a Mauricio Parra para mandarlos al campo, a replantear la estrategia y reforzar las líneas del cuadro aurinegro, en sustitución de Bobadilla y Del Valle respectivamente.
Cuando el cronómetro marcaba 11 minutos aparecería el derechazo de Víctor Miranda que enviaría una pelota mal despejada por la defensa tachirense al ángulo izquierdo, imposible para Sanhouse, e igualaría las acciones a un gol por lado. Después del silencio momentáneo generado por el zapatazo del 10 del Vigía, regresó el “Vamos Aurinegros” a las graderías para levantar los ánimos del equipo de casa.
Entraría Marlon Fernández por Javier Villafraz para dar velocidad al ataque tachirense y asociarse con Beraza en la creación. El Carrusel se lanzó en busca del segundo, que le devolviera la victoria parcial, pero los dirigidos por Jiménez supieron defender la paridad, sobresaliendo en esta labor el cuidapalos Ibarbo, quien además de negarle en un mano a mano la posibilidad de celebrar al “Nene” Fernández, ganó bastante tiempo aquejándose de dolencias.
Jugados los 90 reglamentarios, se agregaron cinco en donde Táchira buscó la ventaja de manera constante, sin conseguir la anotación que pedía la afición. Se escuchó el pitazo final, aurinegros y plataneros se fueron a las duchas con honores divididos: Táchira con un empate que mantiene el invicto en tres salidas, mientras que el cuadro platanero se lleva de San Cristóbal un punto valioso para sus aspiraciones.
